Espejo de la pintura
Cada quien sus herramientas. Yo, con la herramienta de mi pintura, con esta mirada, esta atención a lo que percibo con todos mis sentidos, a lo que siento, a lo que se parece, a lo que es lo mismo aunque se vea diferente.
Esa atención focalizada a los códigos, a los mapas, a los símbolos, a las interconexiones, a todo aquello que emerge como enigma a descifrar, que me llega, que me encuentra, que me encuentro, que descubro, que me descubre, que se constela de forma sincrónica, cargando cada cual su significado.
Pinto la multiplicidad de elementos descubiertos como un acto para descifrar, discernir, diferenciar, entender, integrar y encontrar mi lugar en este mundo. Después de todo, a eso venimos: a encontrar nuestro lugar para, al final, darnos cuenta que todos somos una unidad.